30.10.06

[Criticar por criticar]



Pues resúltase que una vez se anunció que la Fangoria estaría en el mítico Spartacus de allá de por Neza. Y que siempre no, pero que siempre sí. No se presentó por la noche, pero sí por el día y a grabar su video de su rola "Criticar por criticar", y eso lo supe por mi comadre la fotogratriz Óscar Sánchez (pa' las amigas, comadres, burdeleras, hermanas de leche y demás, simplemente "Lasa"), que aquí posa a lado de la estrella que se dice a sí misma ser "piedra angular de la marcha madrileña y de paso de las vestidas del Butterflies y el Spartacus".

Aquí el link a su video grabado en el Spartac0s.

25.10.06

[World press photo]


Hasta el 12 de noviembre en el museo Franz Mayer (Plaza de la Santa Veracruz, atrás del Palacio de Bellas Artes).

No se le pueden perder.

Esta foto está en la exposición en la sección deportes y, si mal n recuerdo, es primer lugar. En fin... si pueden darse el rol, pues vayan.

20.10.06

[Las sumisas son diosas]

Juan Abreu, Diosa, Tusquets, Col. La sonrisa vertical, Núm. 128, Barcelona, 2006, 159 pp.

Lo realmente interesante de esta novela erótica del cubano Juan Abreu, es que muestra las prácticas sexuales que actualmente están tomando auge en el comportamiento sexual de los occidentales. Si bien el bondage, y en general muchos rituales con respecto al sexo de Oriente (China y Japón en particular), tienen un pequeño círculo de seguidores, lo cierto es que aún faltaba plantearlo abiertamente en una obra literaria y que, por si fuera poco, esa obra no lo mostrara grotescamente. A eso se enfrentaba Abreu y, sin embargo, salió bien librado.

Laura, la protagonista de esta historia, y Rodrigo, su esposo, aparentemente son una pareja normal pero que con lo que respecta a su vida sexual, ella se ve invadida por fantasías sexuales pobladas por escenas de sometimiento, así que pronto se ven en la necesidad de un Amo que les vaya ordenando el desarrollo y evolución de sus ejercicios dentro del bondage. Esas instrucciones, por su parte, son dadas de la manera más posmoderna: vía correo electrónico. La novela, de hecho, es un intercambio constante de correos entre Laura y el Amo, Maestro Yuko (un japonés que lleva algunos años afincado en Barcelona), de manera que la participación efectiva de Maestro Yuko es limitada, pero es allí donde se concentra el mayor estado de erotismo de toda la historia.

Desde el primer correo, Maestro Yuko le hace saber a Laura que la práctica del bondage es “una forma de devoción”, lo cual implica inflingir cada vez más dosis de dolor que llevan al éxtasis: “Estrenar a una mujer significa hacerla sabia. Domar sus miedos, sus inseguridades, enseñarla a buscar y aceptar a la Sumisa que lleva dentro.” Rodrigo será el encargado de ejecutar las órdenes de Maestro Yujko en el cuerpo de Laura: primero el bondage típico—llamémosle así—al dejarla amarrada a una silla por largo tiempo; luego el bondage de pelo consistente en amarrarlo de una rama fuerte de un árbol de manera tal que sostenga todo el cuerpo hasta que ambos, cuerpo y pelo, se separen por completo lo cual provoca un dolor humillante e íntimo. Y, finalmente, el de vagina. En cierto momento, el Maestro Yuko describe así al bondage: “es doblarte entre mis manos hasta tocar el fondo, como un tallo de bambú, pero sin llegar a quebrarte”.

A lo largo de esta pequeña novela, Abreu explora sendas del erotismo que en Occidente podrían parecer de cierto grado de perversión. No creo que Abreu haya—como se podría pensar—querido hacer de la mujer representada en el personaje femenino un objeto sexual, o reducirlo a tal. Simplemente es una forma de mostrar qué tan común puede ser actualmente este tipo de prácticas en la vida de alguien con quien nos topamos a diario por la calle (por lo demás, en la vida gay ésta y muchas otras prácticas, como los bareback, el sexo con drogas, el exhibicionismo, entre otras, se manifiestan más abiertamente). Diosa es una novela que se lee con una sola mano, según se dice en estos casos, por lo que no dudo en decir que cualquier erotómano se deleitará leyéndola de esa manera.

17.10.06

[Offer Nissim]

la noticia del fin de semana fue que google compró el youtube por 1 600 millones de dólares... los dueños no tenían ni 1000 dlls en su cuenta cuando subieron el broadcast a la red... en fin... la offer nissim es una dj (o "disc gay" como digo yo) israelí (espero que no sionista) que está de moda en los antros gays y en lo bugas seguramente también... en el living, el único antro gay que está en el top ten de los mejores antros del mundo (ni el roxy* de nyc está en esta selecta lista), las locas se ponen locas con la secuencia: madonna con "sorry", luego algún mix que alguien haya echo del soundtrack de brokeback mountain y finalmente con "first time" de la nissim con las voces de otra israelí, maya... me encanta "first time" pero ahorita me trae alucinado su nueva rola que lleva por título algo así como "be my boyfriend"... les dejó el link de "first time" en el youtube... no se pueden perder a esta loca, de las mejores dj's del momento...

*desde luego la nissim ya se presentó en ambos burdeles con un éxito apabullante según me cuentan mis informantes (bueno, la verdad es que uno no me puede informar mucho dado que ni pudo entrar al living, cuando la otra vino, de tanta gente que fue a ver su chou).

13.10.06

[Bajo las reglas del azar]

Carlos Marzal, Los reinos de la casualidad, Tusquets, Col. Andanzas, Núm. 583, Barcelona, 2005, 784 págs.

Como en toda gran novela, los temas que emanan de sus páginas pueden ser muchos aunque el autor se haya planteado uno solo. Sin embargo, son dos los temas que sobresalen en la primera novela del poeta español Carlos Marzal (Valencia, 1961): el amor, especialmente, pero también el viaje; hay muchos más, claro, que se derivan de los ya mencionados. Hasta hace poco, Marzal había sido primordialmente poeta, cinco libros de poesía así lo confirman: La vida de frontera, Los países nocturnos, Metales pesados, Fuera de mí y la reunión de su poesía completa en El corazón perplejo, apenas publicado en 2004 por Tusquets. De tal manera que con su incursión en la narrativa con la novela Los reinos de la casualidad era motivo de sobra para acercarse a la obra y así confirmar—o, en su caso, rechazar—la desconfianza que causó y que, habrá que decir desde ahora, ha superado con éxito.

Lo primero que hay que decir es que al abrir las páginas de Los reinos de la casualidad, el lector no se encontrará con la prosa de un poeta sino, por el contrario, la potente prosa de un narrador ya experimentado. La novela de un poeta ha resultado ser la obra de un escritor en toda su plenitud, ahora que poco importan los géneros y las etiquetas que uno se cuelga cuando se hace llamar “poeta” o “cronista” o “novelista”, etcétera. Los reinos de la casualidad, por otra parte, no sólo es una novela monumental por sus más de setecientas páginas, lo es porque los propósitos narrativos que Marzal se impuso se lograron puntualmente.

Tomando como punto de partida unos versos de la Antígona de Sófocles (“Amor, invencible en el combate”), Marzal cuenta varias historias de amor y también las distintas maneras de enamorarse. El amor vive en los reinos de la casualidad: en esa otra realidad donde nada está en su sitio, donde una vida es una minuciosa acumulación de datos desordenados. Incluso dice más: si el amor viene a nuestra realidad, la que vivimos día a día, la trastoca toda y se convierte así, de facto, en uno más de esos reinos donde la casualidad gobierna. Los reencuentros de los amores de juventud, el encuentro fortuito de dos extranjeros en una ciudad desconocida para ambos (mucho mejor lograda que la historia contada por Sofia Copola en su película Lost in traslation), la reclusión de un profesor de literatura para encontrar el sentido del amor en las relaciones que ha tenido con algunas de sus alumnas son las historias que sirven de pretexto para demostrar que, dice Marzal a lo largo de las páginas de su novela, el amor es una sucesión de pequeños pero significativos combates.

Los reinos de la casualidad está estructurada de manera tal que, primero, el lector se adentra en las historias íntimas de los cinco personajes; incluso podría llegar a no saber a ciencia cierta a dónde se dirige la prosa cadente de Marzal. Más tarde o, por mejor decir, hasta el final se sabrá realmente lo que sucede para el total estupor del hipócrita lector. Esas historias recurren, frecuentemente, a metáforas o analogías de otras pequeñas historias que utilizarán para redondear o potenciar aún más la historia principal; escribe uno de los reflexivos personajes de Marzal: “Hay quien considera que los detalles mínimos representan la única parte de una historia sobre la que no resulta necesario demorarse. Sin embargo, el hincapié en los mínimos detalles supone la única manera de que las historias cobren realidad y no sean una burbuja más en el grumo indistinguible de los años.”

Marzal es, sin duda un narrador misántropo que lleva hasta ese extremo a sus personajes: todos dicen pestes de la humanidad y critican los sistemas de vida que la humanidad ha creado y consolidado a lo largo del tiempo e, incluso, el ruso Tokmákov (un personaje secundario) prefiere morir a manos de los animales que de los humanos: morir entre las garras de un oso no es menos sangriento que hacerlo día a día, lentamente, mientras, según dicen, se vive. Este será otro de los tantos temas surgidos de la novela.

A punto de finalizar el 2005, el suplemento literario del diario español El mundo, "El Cultural", dio a conocer las mejores novelas de ese año publicadas en España y elegidas por los críticos literarios que colaboran regularmente en sus páginas. Los diez elegidos, en orden de importancia, fueron: Carlos Marzal por Los reinos de la casualidad, Luis Mateo Diez, JM Caballero Bonald, José M. Guelbenzu, Javier Cercas, Enrique Vila Matas, Ramiro Pinillas, José Ovejero, Fernando Aramburú y Pedro Zalarruki. Como suele suceder en este tipo de casos, hubo otros que se hicieron notar varias ausencias, entre las que sobresalió la de Javier Calvo (el traductor de Coetzee, Foster Wallace, Edward Said, entre otros) quien publicó su novela Los ríos perdidos de Londres bajo el sello de Mondadori (donde ese mismo año aparecieron las recientes novelas de Philip Roth, Salman Rushdie y del argentino afincado en Barcelona, Rodrigo Fresán). Sin embargo, por muchos nombres que puedan surgir para ocupar un sitio en esa lista, el lugar de Marzal allí es indiscutible.

6.10.06

[Tribulaciones de una familia cubana]

Gonzalo Celorio, Tres lindas cubanas, Tusquets, Col. Andanzas, México, 2006.

Esta es la historia de las hermanas, Ana María, Virginia y Rosa Blasco Milián; de sus encuentros y desencuentros, de sus pasiones y frustraciones, de sus avatares, en suma, a lo largo del siglo en que les tocó vivir en una geografía propensa a las convulsiones: la isla de Cuba. O al menos eso es lo que se dice porque realmente esta es la historia que menos se pondera dentro de las páginas de la más reciente novela de Gonzalo Celorio (Ciudad de México, 1948). El protagonismo de su narrador, que a momentos también es el personaje, hace que la historia de las hermanas (sus tías y su madre) se vaya desdibujando hasta quedar casi en el olvido y casi perder el hilo de la narración.

En cuanto a recursos narrativos, en esta obra Celorio no propone ni arriesga nada como sí lo han hecho algunos de los escritores cubanos a quienes admira y hasta cierto punto se inspira. Su lenguaje además de estar manchado de abundantes lugares comunes—salvo cuando utiliza algunos cubanismos o, incluso, cuando llega a narrar en cubano—, es tan uniforme que no pareciera una novela escrita por un miembro de la Academia de la lengua (tanto de la mexicana como de la cubana, en la que recién fue admitido) y su fluidez narrativa está dentro de los límites permitidos pues ya sería demasiado que después de varios libros su autor no pudiera contar una historia.

Tres lindas cubanas es una novela propia de un “gusañero”, esto es, ni tan gusano (como les dicen en Cuba a los que abandonan la isla) ni tan compañero (según el lenguaje revolucionario que desde el lenguaje mismo quiere abolir las clases sociales). Es decir, de alguien que vive debatiéndose en sus adentros con las posiciones encontradas a las que el espinoso tema de Cuba casi siempre orilla. Y es que sus mejores resultados están justamente en mostrar —más que demostrar— los distintos panoramas a los que uno se enfrenta cuando se abordan los tantos temas de la realidad cubana.

Por medio de la vida de estas mujeres (nacidas en los primeros años de la década de 1900), se puede seguir la historia de Cuba en un siglo particularmente convulso para la isla. Más tarde se suceden el distanciamiento geográfico y sentimental, las posiciones encontradas de las propias hermanas Blasco Milián, principalmente entre las dos que viven en La Habana: una apoyando las acciones del gobierno revolucionario por medio de una zalamera convicción y la otra padeciéndolas aún más ante su ferviente aversión al sistema, todo esto que proviene, en suma, de la Revolución misma al no admitir ningún titubeo (“Con la Revolución todo, contra la Revolución nada”) y que, a su vez, ha creado desconfianza y las consecuentes traiciones hasta en el círculo más íntimo: la familia.

Todo lo anterior orilla al más doloroso exilio: lejos del clima, de la lengua, de los atavismos, de la esencia que las hace sentirse cubanas y del deseo inquebrantable por regresar a la tierra amada a bien morir. Esto último sobresale en el testimonio estremecedor —que Celorio transcribe literalmente— de una de las hermanas Blasco Milián quien al final de sus días, recluida en un asilo de ancianos en Miami, se dispone a escribir minuciosamente sus memorias. Este lento pero fatal proceso de las respectivas familias de las hermanas, se percibe a lo largo de las páginas de la novela y, quizá, sea de los pocos rasgos que la hacen efectiva. Es, pues, la historia de un desencanto. Al igual que Celorio, recientemente otras dos escritoras han querido dejar constancia de ese desengaño en sus respectivos libros: Alma Guillermoprieto en La Habana en un espejo (Mondadori, 2005) y Belén Gopegui en El lado frío de la almohada (Anagrama, 2004).

Tampoco esta es una novela donde se encuentren las soluciones o las respuestas a los terribles problemas que aquejan a la isla (el culto a la personalidad única de Fidel, la libertad de tránsito, de prensa, de reunión, es decir, la democracia, así como el embargo o bloqueo económico). A través del testimonio personal, Celorio va dibujando el mismo proceso sufrido por su familia pero ahora en su propia persona y desde su experiencia vital. Quien en su juventud comulgara con los ideales de la Revolución cubana, acabó por desencantarse de ella cuando se percató que caía en las mismas prácticas por las que supuestamente se había levantado para combatirlas y erradicarlas. Celorio no ataca ferozmente pero tampoco defiende a ultranza, sino por el contrario, intenta equilibrar esos puntos de choque y exponerlos para acaso comprender mejor las dos partes. Como quien se disputa el amor y el odio, al mismo tiempo, de la isla amada.

*

Pronto saldré unas semanas de la ciudad, así que les dejo reseñas de libros que por una u otra razón o circunstancia deben leer. Espero que los disfruten.

4.10.06

[Oqueerrencias]

yo siempre he dicho que las locas son muy locas... "crúzate la calle cual perra que eres"... "méxico se escribe con jota"... "yo sólo soy feliz en mis tacones"... "las pelirojas somos más sexys"... "eres como tres escalones abajo que el peor personaje de almodovar"... "la que es linda es linda, la que no se opera y queda linda, pero la que es fea y pobre se chinga"... "mis mujeres engañadas, chacales y demás"... "se me pone el chocho como agua para chocolate"... "que triunfe la mejor y tan enemigas como siempre"... "esa pobresita qué"... "estúpida, wila, meretriz"... "liosa asquerosa mugrosa"... "no'más no muy pasiva o te piko"... "posa, posa, posa, no dejes de posar, por una primera plana, en el diario nacional"... "a lavar la ropa mugrosa"... "hay unas que tienden a subir, pero hay otras que suben a tender"... "tu precio"... "pobresitah, pobresitah, pobresitah"... "es muy difícil ser mujer, pero es más difícil ser muy mujer"... "esa jota que tú ves allíiiii"... "me dejaste como pucha de pingüina: congelada y hasta el piso"... "manawa de okinawa"... "qué tul tan azul de tan azul casi morado"... "clara lara mana ana"... "cloralex, por su plaitex y por mi kotex también"... "qué boni peli (o en su defecto: qué boni canci)"... "esa es pastora para echarse a todo el rebaño"... "yola, tula y estela"... "bien ensartada que estaba la vieja"... "yo-landa del río"... "zaz koolera!, muerta, enterrada y olvidada"... "con el agua hasta las pelucas"... "esa es muy de esas, y esas con muy así"... "y que me quedo callada"... "a-zorada"... "peeeendeja"... "noooo permito que te bufes muchísimo la jotísima persona de mi comadre..."... "hermana de leche"... "hermana de dedo"... "o' verá comadre"... "a desgreñe y taconazo limpio"... "desfigurada en rayas, cuadros, rombos y fractales"... "qué te calles caramba"... "yo carísima de parís y tú pobrísima de la parisina"... "se me calienta la chichi"... "haz de tu vida un papalote y de tu culo un rehilete"... "esa es muy fea de modos"... "aquí la hornilla es lo menos caliente" (dicho de una fondita que parecía restaurante de una poeta y pintora muy famosa entre los bajos fondos del Viena y el Oasis)... "esa no porque me meo"... "ese rojo puto intenso subido te va bien"... "es mujer oriyinal de horchata y doble raya"... (a una de esas): "ya no te juntes con las jotas porque van a pensar o que eres lesbiana o que estas fea"... "ay no seas pasaya"... así que basta ya de payasadas y joterías y demás...

1.10.06

[Querido diario]

quiero escribir alo en mi blog pero no sé qué. no quiero que sea algo cursi así de "querido diario, hoy no he hecho nada en todo el puto día... de hecho, creo que he hecho demasiado para un sólo día". diak! ya me estoy autoplagiando las oraciones utilizo en mi novelita teen ager. en fin... no quiero decir que tengo un putamadral de trabajo y que por eso entro al internet a... ¿a qué se entra al internet? ¡ah si! a perder el tiempo, a hacer del día un día productivo... no quiero decir que tengo que leer libros infames con los que no comulgo ideológicamente, "¿por qué esta loca no puede asimilar que el "movimiento gay" está muerto y aquí estamos nosotros para acabarlo de enterrar?", pregúntome... no quiero decir que tengo que escribir sobre eielson pero que no sé que más decir después de todo lo que ya he maldicho... tampoco hablaré de la traducción de "mi vida" de lyn hejinian que estamos haciendo mi amigo brian whitener y yo, ayer fuimos a la vasconcelos y allí trabajamos hasta que nos corrieron por ai de las 8:30 p.m.... la biblioteca está poca madre, no había ido y fue una buena oportunidad para conocerla, aunque le faltan muchísimos libros de literatura--los únicos que para el caso sirven--tienen servicio de internet gratuito con messenger instalado, sin detectores de porno ni ninguna restricción ¡vaya! menos mal... la dizque escultura de gabriel orozco ni se ve entre tanto andamio flotante... los libros como maleza, ramas, flores, plantas en los jardines colgantes de la babilonia que dejaron estupefacto a alejandro magno... no tenog nada qué leer... la editoriales generalmente publican mucha mierda... quizá esto se deba a que generalmente los escritores escriben mucha mierda... "una pausa, una rosa, algo sobre el papel"... salvo vallejo, claro, cuando tomo un libro suyo difícilmente lo suelto... volví a comprarme "la rambla paralela" después de que mine vino y lo olvidó en el taxi... ayer pável me preguntaba si "la virgen de los sicarios" era autobiográfica... claro que lo es, dije sin dudar... ¿crees que si haya cogido con alexis y con wilmar?... sí, por su puesto... ¿y david antón?, contestó preguntando... bueno, a él que le baste con haber pasado 37 años de su vida a lado del gran vallejo y que este le haya dedicado varias de sus obras... luego, como ahora, la conversación, como es común con pável, se fue por otros lados, menos turbios, dizque más intelectuales... ah! en la vasconcelos encontré una imagen bellísima de "querelle" de faBbinder (ah! de la tipografía alemana!) basada en la novela de genet... bellísima... tanto que me dieron ganas de ver la pelí... creo que eso sí será algo productivo... me pregunto si ... no hay correos nuevos... si me dejarán meter imágenes de artistas no mexicanos en mi ensayo de poesía homoerótica de méxico en el libro "méxico se escribe con jota" ... es que quiero poner una imagen del guapísimo brad davis, quien con su belleza, hizo, casi nada, solamente que las locas tuvieran un prototipo del marinero hermoso... "vendo placer a los hombres que vienen del mar"... también quiero una foto de adi nes con su vista homoerótica en el ejército israelí--antes de invadir líbano-- y otra imagen de mi amadísimo kieth haring... manuel esperón y ninón sevilla... hoy oía una bobada de un sudaca pendejo quien decía que los boleros son para los pendejos y el tango era para los amantes dolidos o algo así... "la mujer del puerto"... a mí me encantan los boleros y amo los tangos... "que veinte años no es nada y es febril la mirada"... ely guerra lanza una campaña para puma, lo que se recaude este mes de octubre se donará a una fundación de lucha contra el sida... todos a comprar a puma... "tú me quisieras lo mismo que veinte años atrás"... ¡ay san sebas a ti que te asetearon y te volviste tan sexy te pregunto!: ¿por qué es un hijo de puta y siempre promete y no cumple?... ¡ay xangó!, ¿por qué no escuchas mis plegarias? ... ¡ay santa madriza! santa matrona de las locas y jotas desamparadas, concedeme un milagrito, ¿sí? uno no'más, uno chiquito pero con tremenda cosa caballero... ¡ay el acento caribeño!... ¡santa crasanta! ¡bien puta pero bien santa!... ¡santa bárbara bendita! ¡a ti va mi plegaria para que me lleves pronto a esa habana que tanto añoro, que tanto quiero, que tanto extraño, que tanto...!... madonna entra el guiness por ser una de las cantantes mujeres más ricas... amlo, calderon, fox y martitha se pueden meter el dedo en la cola y no me interesan... ah! mty-dallas-san diego-tijuana-defe-guadalajara... allá voy... bueno, creo que ya perdí el tiempo necesario... abuuur!